Canapé: porción de pan o de hojaldre cubierta con una pequeña cantidad de comida que se suele servir como aperitivo.
Así define la Real Academia de la Lengua al aperitivo por excelencia de las festividades navideñas.
Un concepto algo anticuado para algunos, que quizás prefieran hablar de tostadita o incluso de amuse bouche si vas de entendido. Pero para mí el recuerdo de infancia es tan vívido al nombrarlo, que prefiero llamarle como se ha hecho toda la vida. Son deliciosos, pero un poquito latosos de preparar y además a veces difícil salirse del guión de los palitos de cangrejo o el paté para sorprender a los invitados.
Rastreando entre mis libros de cocina favoritos, encontré esta receta tan impecable como fácil de preparar en A boat, a walrus and a carpenter. Es el primer libro de la chef Renée Erickson, cuya cocina descubrí viviendo en Seattle. Aunque más aficionada a la cocina francesa, aquí Renée rescata uno de nuestros clásicos, los boquerones en vinagre. Les da un twist entre nórdico y asiático añadiendo huevas de salmón, llamadas también ikuri.
Me resultó muy complicado encontrar rábano picante o horseradish, así que lo sustituí por rábano convencional picado. Lo que más me gustó es cómo la receta atempera y da al mismo tiempo un toque salino y complejo a nuestro boquerón, que suele resultar demasiado potente para el paladar extranjero.
En esta ocasión decidí maridarlo con el recién comercializado Quinta Apolonia 2020 de Belondrade, aunque también Sábalo y As de Mirabrás de Bodegas Barbadillo le van a la perfección.
Feliz canapé y Felices Fiestas
Receta
Mantequilla sin sal
1 docena de tostadas de pan cocindas al horno a 180 grados con AOVE y sal Maldon durante unos 10 minutos.
12 boquerones en vinagre
6 cucharadas de huevas de salmón
3 rábanos picados muy finos
Cubrir cada tostada con mantequilla, un boquerón, una cucharadita de huevas de salmón y un poquito de rábano.
Disfrutar inmediatamente.
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