La DO Cigales presentó el lunes en el castillo de Fuensaldaña los vinos de su añada 2022 en un acto dirigido a prescriptores, periodistas, sumilleres y distribuidores para dar a conocer las novedades de los vinos de la DO.

Mostrar el trabajo bien hecho siempre es buena idea. Y más cuando te presenta la añada Santi Rivas, que publicó hace unos meses Deja todo o deja el vino y es uno de los comunicadores más ubicuos del sector. Se cataron Las Musas, de Finca Museum, Clarete de Luna de César Príncipe y Viña Picota, de Hijos de Félix Salas. Después tuvo lugar un interesante debate en el que se hablaron de las peculiaridades del rosado y el clarete y cómo pueden definir la identidad de la DO.

Tras la presentación los asistentes tuvieron la oportunidad de probar los vinos y charlar con los productores de las 16 bodegas allí presentes: Protos, Frutos Villar, Hijos de Rufino Iglesias, Hiriart, Lagar del Duque, Concejo, César Príncipe, Traslanzas, Salvueros, Cooperativa de Cigales, Hijos de Félix Salas, Museum, Sinforiano, Mucy, Alfredo Santamaría y Thesaurus.

Resumen de la nueva añada

En esta ocasión no me fue posible asistir a la presentación, pero tengo intención de hacerlo si la experiencia se repite. Por lo que me comentó el gerente de la DO, Raúl Escudero voy a tener suerte: “ Era una idea piloto, pero nos ha gustado tanto que es posible que se quede como una actividad fija en el calendario”.

Tras un verano difícil por las temperaturas extremas, las lluvias de septiembre echaron una mano y finalmente se han recogido 8.5 millones de kilos de uva, sana y sin enfermedades fúngicas. Eso sí, este final húmedo ha bajado un poco la acidez de los vinos.

Cigales es la DO de los rosados y claretes por excelencia. “Los llamamos claretes, pero los elaboramos como si fueran blancos. En nuestro caso solo hay una leve maceración durante unas horas. En la elaboración más tradicional, llamada ojo de gallo, las tintas y las blancas mezcladas llegan a fermentar con sus pieles durante varios días. Su color es más intenso, entre rosado y tinto”, explica Raúl Escudero.

Cuestión de tonos y matices

Cuando le pregunto por la tendencias del mercado el gerente de la DO me comenta que “hay demanda para todo, y nosotros nos adaptamos sin problemas”. Cuando juegan en casa, Valladolid y Palencia, apuestan por los vinos fuertes con estructura y color que además se comercializan todo el año. En las zonas de costa en cambio prefieren los rosados de estilo provenzal, de boca fresca y rápida y menos estructura. Pero allí es un vino de temporada.

La DO Cigales no solo elabora rosados, sino también magníficos tintos, como el Traslanzas que destaqué en mi visita al Salón Peñín hace unos meses. El 40% de la producción, concretamente. También se hace algún blanco, pero son prácticamente testimoniales ya que las uvas blancas van a las mezclas.

El 20% de la producción se comercializa fuera de España, y prácticamente casi todo es tinto. “El rosado es más difícil de exportar porque es en muchos sitios es patrimonio de la temporada estival”, explica Raúl Escudero. “Sin embargo nuestros tintos son frutales y frescos, que es lo que ahora aprecia el mercado. Tenemos mucho potencial en este sentido”.

Radiografía de una DO

Son 32 bodegas y 2.000 has. de viñedo. “Una denominación pequeña”, según su gerente. Pequeña pero muy activa, con un perfil muy diverso. Hay bodegas grandes como Museum, que vino hace 20 años de la mano de Barón de Ley  para hacer tintos con potencial de envejecimiento. “Lo vieron antes que nadie”, añade.

También hay una cooperativa, Sinforiano, que produce un millón de botellas anuales. Pero el resto son bodegas familiares con una producción media de 100.000 botellas. Bodegas donde el relevo generacional está trayendo un soplo de aire fresco, como sucede en otras regiones como Rioja.

Gente joven que apuesta por recuperar las variedades autóctonas que se arrancaron en los 90 en favor de la ola de Tempranillo que arrasó la zona. En las viñas viejas hay garnacha, garnacha gris, garnacha tintorera y albillo, una uva blanca que es clave para dar ese toque fresco a los tintos y rosados de la DO.

“Afortunadamente se están plantando más variedades blancas y se está volviendo a recuperar la identidad propia de nuestra zona”, resume Escudero. La receta perfecta para un presente y un futuro… rosado.