La Asociación Española de Escritores y Periodistas del Vino (AEPEV) organizó hace unos días una visita a la bodega para conocer los secretos de este proyecto fundado por Juan Antonio Carpintero a finales de los 80.
Eran finales de los años 80 cuando Juan Antonio Carpintero, presidente del Grupo Ortiz, puso en pie el sueño de crear una finca vitivinícola en su tierra natal, Argamasilla de Alba (Ciudad Real). Hoy, casi cuatro décadas después, Hacienda Albae se ha convertido en una de las bodegas de referencia en la provincia con sus 600 hectáreas de cultivo de las que 210 corresponden a plantaciones de viñedo con una media de 30 años de antigüedad.
Su seña de identidad es la elaboración de vino 100% monovarietal: viognier, chardonnay, malbec, syrah, merlot, cabernet sauvignon y tempranillo. Una forma de marcar camino propio, pero que exige una cuidada planificación y técnica, ya que al no haber coupage donde esconderse supone un salto sin red.
Adrián de la Fuente es el enólogo encargado de esta tarea. Hace unos días compartió con varios socios de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) su filosofía de trabajo y su pasión por las cosas bien hechas. En la actualidad Hacienda Albae elabora 500.000 kilos de uva y produce 120.000 botellas anuales.
En el acuífero 23
Otra de las peculiaridades de la finca es que se encuentra sobre el Acuifero 23, uno de los mayores acuíferos de España, con una extensión de unos 5 500 km² y una profundidad media de 70 m, entre las lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel. Esto permite el cultivo y la perfecta adaptación de las variedades elegidas.
El reto de la vendimia en una zona tan calurosa como Castilla- LaMancha se solventa con vendimia nocturna y mecánica, para que la fruta llegue lo más fresca posible a la bodega. El hecho de que las fincas esté unificadas y cercanas a ésta, como si se tratara de un Domaine francés, también permite que se pueda tratar a la uva vendimiada con el máximo cariño posible.
Una vez en la bodega, los asistentes tuvimos la oportunidad de catar en rama directamente del depósito varios de los vinos actualmente en elaboración. De este modo se puede captar de forma muy precisa su evolución desde el depósito, pasando por la barrica, hasta el reposo en botella. Me pareció especialmente interesante su malbec, que comercializan tanto en formato rosado como en tinto, y que parece haberse adaptado a las mil maravillas a la zona. Después, pudimos catarlos ya en botella durante el almuerzo en compañía de platos típicos de la zona.

Adrían de la Fuente comentando las peculiaridades del terreno de Finca Albae
Enología y turismo
En Hacienda Albae son conscientes de que la labor de divulgación y promoción de su trabajo es fundamental para la comarca. Por ello, además de la bodega, cuentan con un hotel de 15 habitaciones, que abre los fines de semana para eventos de empresa o para cualquier aficionado que quiera vivir más de cerca la experiencia de del vino castellanomanchego. Y de paso conocer las maravillas naturales de la provincia.

Sacristía de Hacienda Albae donde se guardan las botellas más representativas de la bodega
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